¿Cuál es el calzado de niña más popular en una primera comunión?

En España la comunión sigue siendo un acontecimiento religioso de primer orden, muy esperado por grandes y pequeños y de especial trascendencia en la vida católica. La vestimenta es importante durante este sacramento y, en particular, el calzado debe elegirse con el máximo cuidado.

Al comprar zapatos de ceremonia niñas, la solemnidad propia de este evento exige un tipo de calzado muy concreto, elegante a la par de cómodo y seguro, para garantizar el bienestar de su portadora en todo momento.

Las merceditas son un clásico en este acto sacramental. Por su sencillez y encanto, son una elección acertada para combinar con cualquier vestido. Se fabrican en piel, en terciopelo y en otros muchos materiales, con los diseños más diversos, a destacar los de punta cuadrada y redondeada (los acabados en punta pueden resultar molestos a temprana edad y no se recomiendan en absoluto). Este calzado debe su nombre a la reina consorte María Mercedes de Orleans.

De diseño ligeramente distinto son las manoletinas, otra propuesta atemporal que abunda en ceremonias de primera comunión. Aunque originalmente fueron utilizadas por varones —no en vano, su nombre procede del torero Manuel Rodríguez Sánchez Manolete—, hoy son utilizadas exclusivamente por mujeres fuera del mundo de la lidia.

Otro calzado popular entre las comulgantes son las bailarinas. Estos zapatitos, nacidos en el contexto del ballet clásico, son una propuesta más formal que las merceditas, similares en comodidad y bienestar, aunque dotadas de un diseño que las más pequeñas asocian con princesas de fantasía. Se fabrican en materiales tan variados como el lino, la piel, el charol, etcétera.

De espíritu más folklórico, las alpargatas o esparteñas valencianas gozan de fama en primeras comuniones. Su característica más sobresaliente es el uso del esparto como material primario, que les da una apariencia más casual y tradicional. Cuentan con un cierre de lazo o de hebilla.