Crema catalana hecha en casa

La crema catalana es un postre muy popular, tanto si se toma helada como si se toma en crema, que es como originalmente se ha disfrutado siempre. Aquí está la receta tradicional.

Los ingredientes que necesitas para hacer crema catalana en casa son pocos y fáciles e conseguir: un libro de leche entera central lechera, seis huevos, ciento treinta gramos de azúcar, una cucharada sopera de maicena muy llena o dos rasas , la piel de media naranja y la de medio limón y una ramita de canela. Ten cuidado con las pieles, ya que si llevan pegada la parte blanca de la fruta es posible que amarguen, así que intenta que no lleven absolutamente nada de esto.

El primer paso es dejar que la leche tome el sabor de la naranja, el limón y la canela. Para ello se pone al fuego junto con estos ingredientes y se deja calentar. Cuando vaya a hervir se separa del fuego y se tapa, dejando que esté así durante al menos media hora.

En un cuenco mezcla los huevos con el azúcar y la maicena batiendo enérgicamente. Añade la leche  previamente colada y deja que se mezcle bien todo. Ponlo a fuego lento sin dejar de revolver hasta que veas que espesa y que la crema queda pegada en la cuchara o la espátula con la que estás removiendo. Sepáralo del fuego.

Vierte el contenido en seis cuencos pequeños y deja que adquieran la temperatura ambiente, entonces cúbrelos con film y ponlos en la nevera para que se ponga bien fría. Antes de servir, espolvorea con azúcar y quémala con un hierro de cocina para que se tueste. Está deliciosa y es muy sencilla de hacer.

Algunas personas cuelan la crema pasándola por un colador muy fino para evitar que pueda ir algo de huevo cuajado o algún resto de la canela, pero lo cierto es que no es necesario porque nada de eso afecta a su sabor, solo a la presentación. Si se revuelve correctamente, no tienen por qué haber nada.

La presentación tradicional es en tarrinas de barro, pero puedes ponerla en cualquier cuenco que te apetezca, siempre con la precaución de que no sea de cristal por si estalla al quemar el azúcar. Es un postre delicioso, rápido de preparar, que sabe mejor de un día para otro y que gusta a casi todo el mundo.