Cuando voy por la calle me fijo mucho en los viejos que veo sentados en los bancos, y gran parte de ellos tienen una cara realmente triste, lo que me indica que se sienten verdaderamente solos. Esto me ha dado para pensar en cuando llegue a viejo, personalmente no quiero llegar a viejo, ya que ¿quien va a cuidar de mí cuando sea viejo? Lo he pensado mucho y no veo la solución, ya que como no tengo hijos y a estas alturas de la vida ya no creo que los vaya a tener. Los que sí que tienen hijos no deberían de preocuparse pero por desgracia hay gente que tiene hijos y aún así terminan abandonados en un asilo de ancianos en el que no conocen a nadie. Imaginaros la depresión que me da este tema que hasta preferiría padecer de un tumor en el recto y tener una vida más o menos placentera que llegar a viejo y no tener a nadie que me ayude.
Cuando tienes unos hijos esperas que tus hijos cuiden de ti en el futuro, y así debería de ser en todas las ocasiones. Pero muchas veces ya sea por la mala convivencia o simplemente por diferencias entre las personas, los hijos se distancian de sus padres y llega un momento en que si te he visto no me acuerdo. Ya lo he visto unas cuantas veces, la vez que me a tocado más de cerca ha sido con la hermana de uno de mis mejores amigos del colegio. Un día se le metió en la cabeza una locura y decidió abandonar a sus padres, ella misma decidió repudiarse. Todavía me la cruzo por la calle y no os creáis que me saluda, pero yo tampoco le saludo, yo juego en el equipo de sus padres y no tengo ni que dirigirle una mirada. Esta chica ya era mala con nosotros cuando éramos niños, por lo que no nos extrañó que abandonase a sus padres.
Así que al final tener hijos no garantiza que te vayan a cuidar cuando llegues a viejo, es más, cada vez es más frecuente que los hijos o bien contraten a una persona para que cuide a sus mayores o bien los llevan a los asilos de ancianos.