Alfombras caseras, atrévete con ellas

Las alfombras caseras están de moda en Internet y mucha gente se comienza a lanzar a la aventura de tejer una para su hogar. Los materiales que vas a necesitar son muy sencillos, cordon de algodon grueso en el color o colores seleccionados y agujas de tejer, ya sean de calceta o de ganchillo. Incluso puedes apostar por los ganchillos para trapillo, muy indicados para tejer este tipo de productos.

Necesitarás un patrón, pero no te preocupes porque podrás encontrar muchos en Internet. En YouTube existen tutoriales que te ayudarán a cumplir tu objetivo paso por paso. No tendrás pues problema para seguir un referente a la hora de elaborar tu alfombra.

Lo recomendable es comenzar con una alfombra de pequeño tamaño, por ejemplo, una para el cuarto de baño, bien mullida y que apetezca pisar al salir de la ducha. O, tal vez, una para poner delante del espejo en la zona que uses para cambiarte, evitando así poner los pies sobre el suelo.

La ventaja de este tipo de alfombras es que al ser tan pequeñas acabarás pronto y obtendrás una satisfacción rápida por tu trabajo. Pero incluso si te equivocas y tienes que deshacer, no vas a demorarte demasiado. Además, verás cómo se te van presentando algunos problemas típicos de quienes tejen por primera vez este tipo de cosas.

Uno de los problemas más comunes es apretar demasiado el punto a medida que se va tejiendo, lo que hace que la alfombra se vaya haciendo más estrecha o que se rice. Aprender a controlar esto puede obligarnos a deshacer varias vueltas y volver a hacerlas hasta lograr el objetivo buscado.

Pero la ventaja de todo esto es que cuando acabemos de tejer la alfombra, tendremos dominada la técnica y los problemas habituales con los que nos podemos encontrar al realizar estos trabajos. Estaríamos, de ser el deseo, listos para tejer una alfombra de mayor tamaño.

Este tipo de accesorios son ideales, por ejemplo, para patios o terrazas en los que nos reunimos informalmente con los amigos. Pueden casar con estilos muy diferentes según los colores que usemos, como por ejemplo el blanco para una terraza ibicenca o multicolor para una de estilo boho.

Y lo mejor es que podemos improvisar cómo queremos nuestro diseño partiendo del patrón original, por lo que obtendremos una alfombra absolutamente única y adaptada a nuestros gustos y a los colores de nuestro hogar.