Decorar una habitación debería de ser algo divertido y relajado pero a la hora de la verdad puede ser toda una locura. Elegir el color para las paredes, qué tipo de cortina se va a poner y decidir si irá o no una alfombra puede ser una decisión de muchas horas de tienda en tienda. Y, cuando por fin has escogido todo, puedes darte cuenta de que nada combina entre sí y que tienes que volver a empezar.
Pero hay una manera mucho más fácil de hacer las cosas y que además no te va a llevar tanto tiempo: la compra online. Muchas personas tienen miedo a comprar online porque piensan que quizás lo que llegue no se parezca mucho a lo que ven en la foto, pero para eso hay que comprar en tiendas de confianza, que tengan una buena reputación online y que te ofrezcan garantías para realizar devoluciones.
Por ejemplo, las tiendas que se dedican a la venta estores online ofrecen muchas ventajas para que el cliente se lleve siempre lo que quiere. Cuando se encarga un estor a la medida de la ventana y con una tela en concreto, el trabajo resultante es muy personal y es lógico que no se pueda devolver ya que la tienda no va a tener otro encargo igual. Pero esto no tiene por qué ser un problema cuando se compra en un establecimiento serio.
Para empezar, si tienes muchas dudas con la tela y tienes miedo a que no sea lo que estás esperando, puedes pedir que te envíen una muestra. Algunas tiendas envían un número determinado de muestras gratis, otros las cobran, pero a muy bajo precio. Al recibir la tela en casa podrás ver su calidad y su color con la luz propia de tu cuarto, sabiendo así si es lo que estabas buscando.
Dado que una cortina a medida no se puede devolver, debería de ser lo primero a comprar. Si nos equivocamos con la alfombra podemos cambiarla por otra, así que puede esperar. Y lo mismo sucede con la colcha y otros complementos.
Si se opta por un estor estándar daría igual por donde empezar siempre y cuando nos aseguremos de que nos lo recogerán si finalmente no nos gusta una vez que lo vemos en el conjunto de la habitación. Algo que, por supuesto, también nos puede pasar comprando en tienda física.