De Florencia al resto del mundo: Gucci encabeza los rankings de marcas más caras y exclusivas del mundo. Desde su fundación en 1921, la casa de moda de Guccio Gucci se convirtió tempranamente en símbolo de elegancia y de distinción, presente en relojes, prendas y complementos diversos.
El éxito de los Relojes Gucci en Vigo demuestra que su popularidad no conoce fronteras. Una extensa lista de reediciones de sus modelos más reconocibles, G-Timeless y G-Frame, se vende con la misma fluidez del primer día, pese a que son pocas las variaciones de sus señas de identidad.
Cuando Gucci decide romper con lo establecido, el resultado es una creación de precio casi inalcanzable, como el I-Digital Grammy, lanzado con un precio de casi ocho mil dólares. Dispone de una pantalla de zafiro y otros detalles que impresionarían a los consumidores más selectos.
Pero la marca italiana no está volcada en exclusiva en la fabricación de relojes. Sus propuestas textiles también se cotizan a precios elevados, en parte por la exclusividad de productos como la chaqueta Biker Gucci. Esta prenda, inspirada en bandas como The Clash o Sex Pistols, se elabora a mano por artesanos de Florencia, particularidad que justifica un precio cercano a los veinte mil dólares.
Aunque las lentejuelas estén pasadas de moda, Gucci puede rescatar tendencias obsoletas y darles una pátina de modernidad. Por esta razón, la firma ha llegado a comercializar un vestido de lentejuelas por un precio de casi trece mil euros. El dorado es el tono predominante en este producto, tan glamuroso como caro.
Los anteriores precios son calderilla en comparación con un cinturón de Gucci diseñado por Stuart Hughes: más de 250 mil dólares, atribuibles no sólo a la presencia del logotipo con las ‘GG’ de Gucci, pues contiene treinta quilates en su hebilla. Sin duda uno de los productos más selectos de Gucci.