Una de las cosas que suelen heredarse de los padres o de los abuelos cuando fallecen son las alianzas de boda. Es un recuerdo muy especial y por eso hay personas que quieren utilizarlas para sus propios enlaces. Pero no siempre se tiene la misma talla de dedo que el abuelo o el padre y se hace necesaria una adaptación.
También sucede lo mismo con los anillos de pedida, que en algunas ocasiones se heredan también y se quieren utilizar por su carga sentimental. Pero ¿cómo es posible salvar los anillos sin que se vean modificados y conserven toda su esencia?
Un joyero para anillos vigo puede aportar diferentes soluciones. En el caso de las alianzas, sobre todo si no están escritas, es posible fundirlas y crear con ese oro otra nueva con el diseño que se desee. Tendrá el valor de saber que se ha realizado con el mismo oro que la de antaño. Esto puede resultar un poco caro si se quiere un diseño especial, pero siempre será un anillo único y hecho a la medida. Además, si se desea, se puede combinar con otros materiales, como oro de otro tono o incluso con piedras preciosas para tener una alianza de lo más original, adaptada a los nuevos tiempos, pero con ese componente emocional tan importante.
Caso aparte es el anillo de compromiso, ya que suele tener alguna piedra o diseño especial. Si el anillo es demasiado grande para la persona que lo va a portar, puede cortarse el trozo que sobra y soldarse de nuevo. Y si es demasiado pequeño, se le añadirá un poco de oro o del material del que esté realizado para agrandar el aro. Un joyero de calidad sabrá desmontar el anillo para que la soldadura quede perfectamente camuflada, por ejemplo, en la zona en la que se engarza la piedra. Como sea, un trabajo profesional hará que la pieza parezca que siempre ha sido de ese tamaño y no sufrirá ningún otro cambio que no sea el tamaño del aro para adaptarse al nuevo dedo.
Una de las formas más discretas de conseguir hacer esto sin que la persona sospeche, es contando con alguien de su familia que te proporcione un anillo que le quede bien para que el joyero pueda medir su talla y hacer el trabajo a la medida sin problemas.