La diferencia está en la etiqueta

Diferenciarse de la competencia es todo un reto para cualquier producto comercial en nuestros tiempos, teniendo en cuenta la diversidad que existe en casi cada sector. Si hablamos de leche y derivados lácteos, la competencia es feroz con un matiz: estamos ante un momento de crisis en el sector que agudiza las dificultades.

Por eso, el etiquetado de origen de la leche es un arma comercial que las firmas ya han empezado a usar. Se trata de una nueva normativa obligatoria en España que introduce un elemento nuevo dentro del etiquetado que se encarga de informar a los consumidores tanto del origen de la leche como del punto en el cual se ha procesado la misma.

Para una empresa como central leche asturiana que lleva desde siempre intentado marcar la diferencia a través de su relación directa con el entorno geográfico supone una ayuda para lograr una promoción más efectiva.

Y es que uno de los aspectos clave a la hora de asentar la imagen de una firma alimentaria es su confiabilidad. En este sentido, las principales empresas lácteas españolas han apostado por modelos publicitarios diferentes. En algunos casos se opta por destacar el éxito de la marca a lo largo de los años o su vinculación con la sociedad española. En el caso de central leche asturiana, y sobre todo desde hace unos años, es la autenticidad el valor más importante que pretende asociar a su imagen.

De esta forma, este cambio en la ley para las empresas lácteas supone una forma de alentar las explotaciones locales y a las firmas que más las apoyan. Es un hecho que, en muchas ocasiones, los productos que se venden como ‘autóctonos’ son producidos en otras latitudes (a menudo sorprendentes para los consumidores). Por eso, el hecho de el nuevo etiquetado de la leche permita al consumidor saber exactamente en qué lugar ha sido producido el producto y en qué lugar procesado es otro elemento más que se podrá aprovechar para destacar esa autenticidad. Y, de esta manera, lograr diferenciarse en un mercado cada vez más difícil.