Modernizar el negocio

Vengo de una estirpe de ganaderos, pero mis padres nunca me agobiaron para que trabajara en el negocio familiar. Me dijeron que estudiara lo que quisiera, pero que siempre tendría la opción de, si no funcionaba, trabajar con ellos. En la última década el sector ganadero en mi tierra pasó muchas dificultades y decidí que debía colaborar. ¿De qué nos va servir en la granja una chica que ha estudiado marketing?

Sí, eso pensaba yo al principio, pero, poco a poco, me fui ganando mi presencia en el negocio familiar. Con los cambios en las directrices de la Unión Europea solo había dos opciones: adaptarse o morir. Junto a mi hermano mayor ideamos un plan para modernizar el negocio. Queríamos conseguir el certificado de ganadería ecológica. El objetivo era asociarnos a firmas que están potenciando productos como la Leche desnatada certificada sin lactosa. Pero para lograrlo debían cambiar muchas cosas en la explotación.

Mientras valorábamos nuestra estrategia, decidimos que yo fuera un par de semanas a Alemania. Allí estaban unos amigos de la familia que llevaban tiempo desarrollando una explotación certificada. En este país, la agricultura ecológica tiene un gran desarrollo, así como también los productos asociados a ella. Durante mi estancia allí asumí que nuestro proyecto era viable, pero había que ponerse ya manos a la obra.

Para conseguir el certificado debíamos eliminar el uso de sustancias químicas en nuestra explotación, algo que no fue complicado porque ya veníamos incidiendo en el uso de alternativas naturales desde hacía tiempo. También debíamos tener mucho cuidado en el tratamiento de los animales, aspecto decisivo para conseguir el certificado. Finalmente era necesario reelaborar el plan de aprovechamiento de los recursos para adecuarnos a las exigencias oficiales.

El proyecto ya estaba diseñado y ahora había que ponerse con ello. Nos llevó un par de años adaptar la explotación pero, finalmente, conseguimos el certificado asociándonos con empresas que requieren leche ecológica para vender leche desnatada certificada sin lactosa y productos similares. Y está mal que yo lo diga, pero mis estudios en marketing fueron fundamentales para asegurar la supervivencia de la explotación familiar en un contexto de crisis como el que tenemos.