UN CABRERO EN LA CIUDAD

No hace mucho tiempo vino un amigo de un amigo mío de visita a la ciudad, este chico era un cabrero y se dedicaba a llevar a pastar a todas las ovejas y cabras que hay en el pueblo de mi amigo. Este cabrero era un tipo bastante peculiar, ya que tenía unas costumbres bastante extrañas. Algo que no me sorprendió en su momento porque este chico se pasaba mucho tiempo solo y es normal que tenga sus propias costumbres de hacer las cosas. Una de las cosas que nos decía era que él estaba acostumbrado a tomar en los desayunos mantequilla Ecológica que él mismo se fabricaba, decía que las mantequillas que se compran en los supermercados no eran mantequilla ni eran nada en comparación con la que él hacía. Un día me dio a probar un poco y he de decir que la verdad es que estaba bastante buena, aunque también he de decir que era un poco fuerte.

 

Pero el chico en general era bastante buen chaval, no se metía con nadie y todo le llamaba mucho la atención, llegamos a la conclusión de que no salía demasiado de su aldea y que cuando salía entraba en un mundo completamente nuevo para él. Pues me parece muy valiente por su parte aventurarse a ver un poco de mundo aunque sea relativamente cerca de su aldea. Porque no todo el mundo que vive en las aldeas está dispuesto a explorar más de lo que ya conocen. Normalmente a esta clase de gente o la conoces en el pueblo o es bastante raro verlos fuera de su pueblo. La última vez que fui al pueblo de este amigo nos habíamos cruzado con el cabrero en la carretera varias veces y menos mal que estaba porque de lo contrario no hubiésemos podido pasar ya que estaban acaparando todo el ancho de la carretera de montaña, que ya sabemos todos que no es que sea demasiado ancha. Ojalá vuelva pronto a visitarnos porque hay que decir que este chico se lo pasó muy bien cuando vino de visita a nuestra ciudad.