Botox, el último remedio para el bruxismo

El bruxismo es un problema frecuente a cualquier edad y consiste en entrechocar los dientes de forma compulsiva, normalmente durante el sueño. Es algo relativamente frecuente en niños pero que cada vez se ve más en personas adultas.

En el caso de los adultos, los bruxistas lo son en muchos casos debido al estrés, por lo que a esto hay que sumar la fuerza con la que contraen la mandíbula. Y esto no solo lo hacen por la noche, también por el día. Al igual que muchas personas sufren contracturas en la espalda por la tensión nerviosa, los bruxistas pueden sentir un fuerte dolor en la mandíbula e incluso llegar a sufrir lesiones en la misma. En los casos más graves, el dolor y las molestias se extienden a la parte trasera del cráneo e incluso a las vértebras cervicales.

Cuando se sufre de bruxismo acudir a un especialista en tratamiento ATM, es decir, en tratamiento de la articulación temporomandibular, es el primer caso para aliviarse. El especialista, además de recomendar el tratamiento del estrés que genera estas conductas por otras vías, puede ofrecer soluciones para aliviar el dolor en la mandíbula.

La primera de estas soluciones puede ser el uso de una férula de descarga durante la noche. Se trata de una funda de silicona para la dentadura que evita que los dientes se desgasten al rozarse de manera continuada o se rompan por la presión ejercida. Pero también alivian la presión a la que se somete la mandíbula al apretar la boca, incluso sin tocarse los dientes, manteniendo la mandíbula en tensión.

Pero en algunos casos, la férula no es suficiente porque la presión que se ejerce en la boca es muy fuerte y no se limita a la noche. Para estos casos, las clínicas especializadas han comenzado a aplicar con mucho éxito tratamientos a base de botox. Botox es un nombre originalmente comercial, una marca, pero que ha pasado a ser aquel por el que todos conocemos a la toxina botulínica. Esta toxina causa una cierta parálisis en los músculos en los que se introducen y por eso se utiliza para eliminar arrugas. Pero tiene muchos otros usos en medicina.

Uno de estos usos es inyectada directamente en los músculos de la articulación de la mandíbula, haciendo que se relajen suavemente de manera casi automática. La duración del tratamiento depende del paciente, pero es de aproximadamente seis meses, por lo que dos tratamientos al año son, generalmente, suficientes para mantener este problema controlado.