Vocación y talento 

Fue una de las frases que escuché nada más empezar a estudiar artes escénicas: una cosa es tener vocación y otra tener talento. Se supone que todo los que estudian artes escénicas es porque tienen algo de vocación, porque sienten esa necesidad de actuar, de representar y de dirigir. Pero esa necesidad, ese palpito no es lo mismo que tener talento para desarrollarlo. Es duro, pero hay que aceptarlo. Cuando entras en la escuela y oyes eso de un profesor te tiemblan las piernas. ¿Se está refiriendo a mí? ¿Seré yo ese ‘desgraciado’ que está aquí pensando que va a triunfar sin tener talento?

Pero pronto el profesor matiza, porque si no sé que muchos hubiésemos echado a correr: pero el talento también se puede azuzar, porque, al fin y al cabo, como decía Picasso, la inspiración existe, pero tiene que encontrarte trabajando. Es decir, que el oficio se puede aprender y luego ya veremos cómo va lo del talento. Supongo que lo que el profe de aquel Grado en Artes Escénicas en Madrid que empecé a estudiar quería decir en el fondo es que él tenía la obligación de enseñarle el oficio a todos, independientemente del talento que tuviésemos. Y, por otro lado, ¿cuántas personas de talento normal han triunfado en su profesión a base de trabajo duro? ¿Y cuántas personas de gran talento se han quedado por el camino por falta de esfuerzo?

Todo eso fue lo que pensé yo para tranquilizarme puesto que el grado iba a ser largo y no era cuestión de deprimirse a las primeras de cambio. Desde el principio yo tuve claro que tenía vocación para el teatro así que fue lógica la decisión de estudiar un Grado en Artes Escénicas en Madrid. En cuanto al talento, había tenido buenas experiencias amateur antes de entrar en la escuela. No es que fuese a cambiar la historia, pero estaba satisfecho conmigo mismo. 

Después de unos meses estudiando me di cuenta de que efectivamente el talento podía desarrollarse y de que muchas de las cosas que estaba aprendiendo estaban encendiendo mi creatividad. Y es que estar en un ambiente creativo es el mejor caldo de cultivo para crear.